El problema de los nutrientes
El Nitrógeno y el Fósforo son esenciales para la vida moderna, sustentando los sistemas alimentarios globales y diversas industrias. Sin embargo, su uso intensivo —especialmente en la agricultura— ha provocado importantes desafíos ambientales. Cuando no se gestionan adecuadamente, estos nutrientes pueden acumularse en cuerpos de agua, causando desequilibrios ecológicos como proliferaciones de algas y zonas muertas. Comprender su función y las consecuencias de su uso excesivo es clave para enfrentar uno de los retos más urgentes en materia de sostenibilidad hoy en día.